Gloria a Dios

   Callaba la noche...
    el campo dormía...
    y en la cuadra humilde
    su madre María,
    pasmada de amor,
    lloraba y decía:
    ¡Es Hijo de Dios!
    Este Hijito tierno,
    dormido en la paja,
    es el Dios Eterno
    que a la tierra baja...
    También nuestras almas,
    pasmadas de amor,
    le adoran y hoy cantan
    ¡Es Hijo de Dios!

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